El low-code es una solución que permite optimizar el tiempo, recursos y costes que dedican las empresas a crear y modificar aplicaciones para su negocio, simplificando procesos y ganando en competitividad. Miguel González Serrano, director de Appian Spain, ahonda en el tema.
Las empresas se enfrentan ahora a una competencia más fuerte que nunca, y las herramientas son cada vez más necesarias para ayudar a seguir creciendo y mantenerse competitivos y relevantes en el mercado. El low-code ha surgido como solución a esa demanda, ayudando a empresas a gestionar desde servicios de atención al cliente a procesos internos de negocio, lo que permite crear una conexión más integrada entre departamentos y mejora la relación entre empleados. Esto consigue también incrementar el rendimiento de la empresa.
La tecnología low-code proporciona plantillas con modelos procesados que los desarrolladores solo tienen que arrastrar y soltar, así como componentes, conectores y una interfaz muy intuitiva que reduce la necesidad de codificación a la hora de crear aplicaciones web y mobile para empresas. De este modo, el desarrollo y modificación de aplicaciones es mucho más sencillo y fácil de ejecutar.
Todo esto se traduce en resultados óptimos con menor esfuerzo para las empresas y los profesionales desarrolladores. Parece claro entonces que el desarrollo low-code resulta ser fácil, rápido y un sistema poderoso para las empresas que lo implantan en sus procesos de negocio. Pero, ¿por qué es así? Analicemos uno a uno los aspectos que hacen de él una innovación necesaria y rentable para la gestión del negocio.
La tecnología low-code proporciona plantillas con modelos procesados que los desarrolladores solo tienen que arrastrar y soltarFacilidad
Ya hemos comentado que una de las principales ventajas del desarrollo low-code es su sencillez. Estas plataformas son muy fáciles de usar debido a su mínima codificación, sus interfaces intuitivas y funcionalidades tan manejables como la de arrastrar y soltar. Pero sus ventajas van mucho más allá. Por ejemplo, la inversión inicial en configuración, capacitación y despliegue es mínima. También son mínimas las necesidades de codificación.
Asimismo, el low-code elimina barreras entre negocio y TI para apoyar la colaboración continua y las mejoras. Además, el llamado shadow IT es reducido, con herramientas tan fáciles que incluso los trabajadores no tan familiarizados con la programación pueden crear aplicaciones que se desempeñan bien en el entorno de TI. También proporciona una integración perfecta que unifica todos los datos, procesos, aplicaciones y sistemas existentes. Como resultado, las aplicaciones son simples e intuitivas de usar, brindan una experiencia optimizada y funcionan como se espera en cualquier dispositivo.
Rapidez
Una barrera que a menudo tienen que enfrentar los responsables de TI y los desarrolladores es la del tiempo real que dista entre la definición de la idea y su consecución como un proyecto real. Según un informe, en nuestro país un 12% de los proyectos solicitados nunca se han ejecutado, un 13% queda sin terminar y el 21% se pone en marcha pero no llega a estar a la altura de las necesidades de la empresa. Estas cifras ilustran hasta qué punto existe una barrera entre lo que se espera del desarrollo de aplicaciones y lo que realmente se consigue.
Y es ahí, en la rapidez que aporta el low-code, donde radica una de sus principales ventajas. Por ejemplo, está la capacidad para entregar rápidamente aplicaciones en colaboración con usuarios comerciales aumentando el impacto estratégico de TI. Es posible lanzar aplicaciones en minutos y no en meses, como ocurre de forma tradicional
Además, se adapta rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado, a las expectativas de los clientes y a las nuevas tecnologías. Y permite a los directores generales y directores mantenerse a la vanguardia de las expectativas cambiantes del mercado, clientes, empleados y demás grupos de interés. Adicionalmente, en la nube, el low-code ayuda a eliminar la carga de mantenimiento de TI y facilita el proceso de creación/modificación en cualquier momento y lugar.
Poder
Así pues, tenemos dos aspectos claves: sencillez y rapidez, garantizados. Sin embargo, de nada nos serviría que el proceso de ejecución fuera excelente si en materia de resultados el low-code no pudiera garantizar el retorno esperado. ¿Qué tiene a su favor, en materia de efectividad, esta tecnología? La funcionalidad empresarial es segura y escalable. También aporta capacidad para crear y lanzar aplicaciones únicas que satisfagan las necesidades a nivel empresarial y no solo las de departamentos concretos, integrando a toda la empresa. Paralelamente, permite implementar aplicaciones empresariales a gran escala en toda la organización, sin importar el número de empleados o su distribución geográfica, y cumple con certificaciones de seguridad como PCI, HIPAA, SOC 2 y 3, entre otras.
Los tres aspectos que hemos analizado nos permiten constatar qué hace del low-code una herramienta potente y confiable para impulsar el desarrollo de aplicaciones de negocio. Las ventajas que hemos comentado explican por qué los desarrollares y responsables de TI pueden encontrar en él una propuesta segura que les permita apostar por la innovación y responder a nuevas oportunidades de negocio, sin necesidad de reconstruir sus departamentos de TI.